SANTA TERESA DE LOS ANDES
DIARIO 21. ABRIL 1917. OFRENDA DE SU PROPIO SER. AL SUFRIR ESTÁ CON CRISTO EN LA CRUZ.
Mortificaciones físicas.Jesús mío, Tú conoces la ofrenda que te he hecho de mí misma por la conversión de las personas que te he nombrado. Desde hoy, no sólo te ofrezco mi vida, sino también mi muerte como te pluguiere dármela. La recibiré con gusto, ya sea en el abandono del Calvario, ya en el Paraíso de Nazaret. Además, si quieres, dame sufrimientos, cruz humillaciones. Que sea pisoteada para castigar mi orgullo y el de ellos. Como Tú quieras, Jesús mío. Soy tuya, haz de mí según tu santa voluntad.
A ti, oh María, que jamás me has desoído los ruegos que te he dirigido, como una hija le pide a su madre, también te pongo en tus manos maternales esas almas. Óyeme. Toda mi vida no he dejado de pedirte, Madre mía. Escúchame, te lo ruego por Jesús y por tu Esposo San José, a quien ruego interceda por esta pobre pecadora. Sufro. Esta palabra expresa todo para mí. ¡Felicidad! Cuando sufro estoy en la Cruz de mi Jesús. ¡Qué felicidad más grande es decirle: Jesús, Esposo mío, acuérdate que soy tu esposa, dame tu cruz!
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